Fallece el Hermano Fernando: Un homenaje a su labor educativa

Escrito por | 27 Mar 2024

Yo soy de la época de la señorita Conchín y la señorita Inma; de Antonio de la Rosa, Vicente Gonzálbez, Luis Olivares, Abelardo Borrás, Antonio Asunción, Francisco Esquerdo Figueres, José Millet, Gabriel, Inma, y tantos y tantos otros que hoy, algunos de ellos ya fallecidos se volverán a encontrar y repasar lista a aquellas clases de hasta 43 alumnos en la EGB y podrán compartir qué ha sido de muchos de nosotros.

Era un hombre de Dios. Un hermano. Dejó su Mallorca y vino al Palacio del Santo Duque. Así se llamaba en tiempos de Arcadio Ribelles SJ y Manuel Pérez Sesé SJ. En aquel »porland» aparecía en los 80 un hombre afable, educado, exquisito en el trato y con un don en la palabra y el afecto. Pronto supimos quienes cursábamos estudios en los Jesuitas de Gandia que nos había salido un »hermano». Aquellos años solo iban chicos al colegio y todavía no era mixto. Muchos de nosotros vimos en el Hermano Fernando aquel consejero espiritual; aquel hombre de Dios que nos guiaba en lo bueno y nos advertía de lo que encontraríamos al salir de los pasillos. Viajó con innumerables clases en aquellos viajes de final de curso donde salir más allá de la Colegiata era un reto para muchos. Era la España de los ochenta y el Hermano Fernando supo guiar y ayudar a muchos de nosotros.

Junto con el otro hermano Sampedro, el hermano Fernando hacía de todo. Desde vigilarnos y cuidarnos hasta abrir clases, preparar los actos de mayo »el mes de las flores y la Virgen» o incluso megáfono en mano animar aquel frío Rosario de la Aurora que a las 7 de la mañana de cada domingo de mayo se celebraba y nos invitaba a acudir. Sus canciones, sus alegrías, y su pasión por lo que hacía granjeó el respeto y la admiración por cuanta labor desarrollaban los Jesuitas en Gandia.

Ayer, a eso de las cinco y media de la tarde, el Hermano Fernando se encontraba con Dios, para compartir la mesa celestial y poder escuchar aquello de »misión cumplida» la evangelizadora y cristiana llevada a cabo desde que consagró su vida y su amor al Padre. Ayer, cuando nos llega la noticia de su deceso, miles de imágenes en blanco y negro y otras en color pasaron por mi mente; recuerdos de niñez y otros de mayor. Era fácil encontrártelo fuera de Palacio por las calles de Gandia cuando había acudido como consejero a atender cualquier petición de cualquier persona que se la pidiera o requiriera.

Para muchos, para muchas generaciones de quienes fuimos a los Jesuitas y al Palacio, ayer una sensación de vacío nos invadió al tiempo que una leve sonrisa porque su labor y su trabajo quedó y perdura. De lo contrario, no nos acordaríamos de quién era. Y eso no ocurrió. Gran parte de su vida religiosa la pasó en Gandia, volviendo a Mallorca para regresar de nuevo a su querida Gandia. En el colegio Borja-Jesuitas dejó huella y labor; semilla y amor por Dios; en sus clases y en las catequesis; logró, en época difícil, transmitir valores y el espíritu jesuita a quienes lo conocimos. Y no fuimos pocos, desde alumnos a familias, profesores e incluso personal laboral del colegio.

Yo soy de la época de la señorita Conchín y la señorita Inma; de Antonio de la Rosa, Vicente Gonzálbez, Luis Olivares, Abelardo Borrás, Antonio Asunción, Francisco Esquerdo Figueres, José Millet, Gabriel, Inma, y tantos y tantos otros que hoy, algunos de ellos ya fallecidos se volverán a encontrar y repasar lista a aquellas clases de hasta 43 alumnos en la EGB y podrán compartir qué ha sido de muchos de nosotros.

Hoy, para muchos ex-alumnos se nos ha ido aquel »hermano» que nos surgió de la nada y que tanto quisimos y admiramos. Hoy, en plena Semana Santa, como quien espera y sabe que la muerte no es el final.

Desde COPE Gandia nos sumamos a tan dolorosa pérdida y acompañamos en el sentimiento a la Comunidad Jesuítica, familiares, amigos, docentes, centro educativo y a cuantos alumnos y personas tuvieron el placer de conocerle y compartir momentos con Fernando Nalda Pons SJ que ayer nos dejó a los 94 años de edad.

Descanse en Paz.

Descansa en Paz querido Hermando Fernando.