El PP de Gandia no será quien decida el nombre del candidato a la alcaldía en las elecciones municipales del último domingo de mayo. Será la dirección del PP de la Comunitat Valenciana, encabezada por Isabel Bonig, la que se encargue de ese cometido.
El esperadísimo veredicto del Comité Electoral local, que fue nombrado con ese fin, se ha consumado con una resolución salomónica que algunos militantes comparaban ayer con una escena bíblica: «se han lavado las manos para que sean otros los que se mojen y asuman la responsabilidad».
Ese comité no resuelve entre Víctor Soler y Guillermo Barber y, después de hablar con ambos y constatar que los dos mantienen la aspiración de ponerse al frente de la lista electoral del PP, ha concluido metiendo sus nombres en un sobre que ha enviado a València. Será allí, en la dirección regional, donde se decida todo.
Fuentes consultadas por este periódico señalan que el Comité Electoral, presidido por Salvador Climent, no ha podido conseguir el consenso entre los aspirantes y, para no alimentar una posible guerra en Gandia, eleva la pelota a la dirección regional para que asuma toda la responsabilidad ante una crisis interna o ruptura en el partido.
Sabido es que el PP de Gandia está ahora muy dividido entre quienes piensan que Soler debe ser quien intente recuperar la alcaldía de la ciudad y entre quienes consideran que el mejor posicionado para conseguir ese objetivo es Guillermo Barber.
Los cinco nombres del Comité Electoral, integrado por Salvador Climent, Ana Penalba, Salvador Soler, Emi Climent y Alberto Moratal, fueron propuestos por Víctor Soler, presidente del PP de Gandia, y ratificado, por asentimiento, por todos los miembros de la Ejecutiva local del partido.
Según ha podido constatar este periódico, el último intento de llegar a un acuerdo que evite rupturas en el PP se produjo el jueves de la pasada semana. Ese día se marcharon a València los dos aspirantes, Víctor Soler y Guillermo Barber, junto a Arturo Torró, quien, como es de sobra conocido, apoya a Barber.
Los tres mantuvieron un largo encuentro con la presidenta regional, Isabel Bonig, en la que volvió a surgir el «problema» que unos ven en la candidatura de Soler: la posibilidad de que la causa judicial del ‘caso Púnica’ derive en su citación como investigado, lo que sería utilizado en campaña electoral por sus rivales y podría obligar al partido a apartarle de la cita con las urnas para no «ensuciar» el nombre del PP con este presunto caso de corrupción política. Todo ello, a meses, o semanas, de la cita con las urnas.
Mientras unos señalan que esa reunión en València fue tensa, otros aseguran que se produjo en un ambiente de «buen rollo», pero lo cierto es que la terminó sin acuerdo y que Soler y Barber mantienen sus pretensiones de ser candidato.
Militantes del PP de Gandia indicaron ayer que Soler les insiste en que no va a arrojar la toalla en el combate por situarse como cabeza de lista, mientras que Barber ya se ve tan candidato que incluso plantea propuestas electorales en medios de comunicación locales. Entre uno y otro Isabel Bonig tomará una decisión que muchos ya consideran muy tardía.