El Gobierno de Gandia ha aprobado ceder al Arzobispado de Valencia la gestión de la iglesia del Beato, que es de propiedad municipal, para garantizar la continuidad del culto, así como una vivienda anexa que se destinará a los dos curas que custodiarán y atenderán en el templo, como relevo de las tres religiosas franciscanas que pusieron fin a este cometido por no encontrar relevo en su orden.
Como ya informó saforguia.com, con la marcha de estas religiosas se dio por finalizado el histórico convenio entre el Ayuntamiento y la orden de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, por lo que se deben buscar otras fórmulas. A partir de ahora, Gandia cede en usufructo el templo y una vivienda situada en la plaza del Rei Jaume I, números 7 y 8, para que residan los nuevos sacerdotes. Los curas fueron presentados el domingo pasado a la comunidad en una eucaristía. El abad seguirá siendo el encargado de coordinar el culto.
Las negociaciones con el Arzobispado las ha pilotado el concejal de la Semana Santa, Ciro Palmer. Es el segundo inmueble municipal que se cede a la Iglesia, tras el del Museu de Santa Clara, ubicado en la Sala d’Homes del antiguo hospital de Sant Marc.
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