El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna calcula que la octava edición del Festivern en la ciudad tuvo un impacto económico de un millón de euros. Por el festival de fin de año pasaron más de 15.000 personas, 300 entradas más que en la edición anterior.
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La afluencia de público benefició a supermercados y negocios locales, algunos de los cuales reforzaron plantilla y horarios de cara a los días del Festivern. Por otra parte, no se produjo ningún incidente de seguridad. Hay que recordar que en la presente edición se decidió prevenir y reforzar la seguridad del evento con un refuerzo de agentes de Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía de Tráfico y Seprona.
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Además, se controló mediante pulseras de un color identificativo, a los menores que acudieron al Festivern para evitar que consumieran bebidas alcohólicas, se dispuso de servicio sanitario, con médicos profesionales, y de ambulancia durante todo el festival, se habilitó un “punto violeta” dotado de personal profesional debidamente acreditado, se revisaron todas las barreras físicas y se se duplicó el número de inodoros químicos.
El concejal de Festivales, Josep Llàcer, apuntó que “el trabajo realizado antes, durante y después del Festivern de cientos de trabajadores del Ayuntamiento y de los cuerpos de seguridad es clave para llevar a cabo una celebración tan multitudinaria”, por lo agradeció a todos ellos “su dedicación para que esta edición haya sido, de nuevo, un éxito y se haya cerrado sin incidentes reseñables”.